Stephen Jay Gould examina a la luz de las maravillosas singularidades de la naturaleza cómo la teoría evolutiva explica la historia del mundo natural. Stephen Jay Gould, el más famoso de los científicos naturales de nuestro tiempo, ha dedicado su trabajo a enriquecer y divulgar la teoría de la evolución, llamando nuestra atención sobre la importancia de las contingencias históricas y de los cambios impredecibles, frente al mundo regular y predecible que defiende el estereotipo, desacreditado hoy, de la llamada «ciencia dura». Estas son, sin embargo, cuestiones abstractas que, pese a su importancia, no hubiesen conseguido fascinar al amplio público que sigue los libros de Gould, de no ser porque éste no gusta de «teorías incorpóreas», sino que se complace en examinar estos temas a la luz de las maravillosas singularidades de la naturaleza. «Cuando me apetece explorar el poder explicativo de la teoría evolutiva, escribo acerca de aparentes singularidades resueltas por el punto de vista darwiniano, o abordo cuestiones generales a través de misterios particulares: ¿por qué ningún gran animal se desplaza sobre ru